domingo, 9 de noviembre de 2008

El Blended Learning... ¿la solución?

Para tener un marco desde el cuál poder analizar e incorporar las lecturas sobre el Blended Learning y sus características, entiendo fundamental la visión que nos Lorenzo García Aretio en “Blended Learning, ¿es tan innovador?” (Edit. del BENED, septiembre de 2004). Es tomando como eje este último trabajo, y nutriéndome de otros autores, que me gustaría hacer algunas reflexiones.

La pregunta central ¿es tan innovador? considero que aporta un marco dentro del cual el análisis de las demás lecturas sobre el b-learning cobran otro sentido.
Como todo concepto idea que se plantea como innovadora, se la suele cargar de expectativas generalmente exageradas, apareciendo como la solución a los problemas del momento, lo que a la larga suele resultar causa de su propio fracaso o al menos de la desilusión sobre el mismo. Ya con la aparición de la PC en el campo educativo, se creyó haber encontrado la panacea, Julio Cabero Almenabar consideraba a la Panacea del Ordenador, como uno de los mitos que se le adjudicaron a las TICs en la transformación educativa
(“La Transformación de los Escenarios Educativos Como Consecuencia de aplicación de las TICs: estrategias educativas” ). Algo similar ocurrió con el e-learning “Para ser precisos no se puede hablar de un fracaso del e-learning sino de algunas de las expectativas que había creado. Pero aquí hay que hacer una referencia, en realidad el e-learning fracasa también por las portaciones de los «mesiánicos» de turno, como los denomina Cabero (Cabero y Ot., 2002) que olvidan, refiriéndose al profesor y a las escuelas, que «tales transformaciones de roles no supone que vaya a desaparecer su figura y de la escuela, sino que tendrá que transformar su rol tradicionalmente desempeñado» (Bartolomé Pina, Pixel-Bit, Revista de Medios y Educación, Nª23, mayo de 2004).
Respondiendo al interrogante inicial, partiendo de la afirmación del autor “…el e-learning, es EaD…” y la EaD, es una modalidad de enseñanza que tiene décadas, si bien ha ido evolucionando y presenta aún hoy diversos modelos. Considerando los expresado por el mismo autor, “Se trataría así, no de buscar puntos intermedios, ni intersecciones entre los modelos presenciales y a distancia, sino de integrar, armonizar, complementar los medios, recursos tecnologías, metodologías, actividades, estrategias y técnicas…, más apropiados para satisfacer cada necesidad concreta de aprendizaje, tratando de encontrar el mejor equilibrio posible entre tales variables curriculares” (Blended Learning, ¿enseñanza y aprendizaje integrados?, Edit. del BENED, octubre de 2004). Podríamos aquí citar nuevamente a Bartolomé Pina, “El «Blended Learning» no es, así pues, un modelo de aprendizaje basado en una teoría general del aprendizaje sino la aplicación de un pensamiento ecléctico y práctico.”
En este punto me interesa introducir algunos conceptos de Javier Echeverría (
Educación y tecnologías telemáticas”, Revista iberoamericana de Educación, Nº 24, septiembre diciembre de 2000) que nos habla del E3, o tercer entorno, y la educación en este nuevo “espacio social”. De acuerdo a este autor se necesita implantar un nuevo sistema educativo en E3, considerando que “…el espacio telemático…, no es presencial, sino representacional, no es proximal sino distal, no es sincrónico sino asincrónico y no se basa en recintos espaciales con interior, frontera y exterior, sino que depende de redes electrónicas cuyos nodos de interacción pueden estar diseminados por diversos países”.
Los alumnos de hoy se desenvuelven cotidianamente en este entorno social, por lo que su educación les debe permitir aprender a intervenir en el mismo, más que enseñarles a buscar información; requieren del desarrollo de nuevas habilidades y destrezas, diferentes (tal vez el término apropiado sería “complementarias”) a las necesarias para la intervención en el primer y segundo entorno (E1 y E2).
Lo expuesto nos permite implementar el BL en programas de aprendizaje con la libertad de seleccionar los recursos de cada tipo de modalidad (considerando los que se disponga), de acuerdo a contextos concretos, en la búsqueda de alcanzar objetivos didácticos específicos. Como toda libertad, implica necesariamente responsabilidad; entonces el docente (institución) que desee implementar este tipo de enseñanza, deberá capacitarse para el diseño y desarrollo de la misma. Este diseño, al combinar o integrar elementos de distintas modalidades, debe necesariamente partir de una reformulación no sólo de las tecnologías a utilizar, sino de la metodología, estrategias y principios didácticos de los que parte. No se puede seguir utilizando los mismos contenidos y materiales y continuar con las mismas prácticas nada más que con nuevos medios y soportes tecnológicos. El éxito o fracaso de la implementación de esta modalidad no dependerá de los recursos con los que se cuente, sino principalmente del diseño del programa, y desde ya que de nada valdrían los recursos y el diseño si los contenidos propios del curso o materia no son de calidad (García Aretio, sept. De 2004).

viernes, 7 de noviembre de 2008

Reflexiones sobre "Coparticipando en el Conocimiento"

Estas son algunas reflexiones surgidas de la lectura de "Coparticipando en el Conocimiento: La ampliación de la Inteligencia Humana con las Tecnologías Inteligentes" de Gavriel Salomon, David Perkins y Tomas Bloberson.



Resulta muy interesante el planteamiento los autores sobre los efectos cognitivos logrados EN CONJUNCIÓN CON la tecnología y los PROCEDENTES DE la tecnología. El primero de ellos referido a los logrados durante el uso de la misma, en cambio el segundo hace referencia a efectos que perduran en el usuario de la misma, haciéndolos transferibles a otras situaciones (residuo cognitivo).

Si bien el análisis de los autores sobre estos efectos cognitivos mencionados es amplio y se enfoca desde distintas perspectivas, mi intención es la de analizar alguna relación existente entre estos efectos y la tarea docente.
Considero en lo personal que los efectos obtenidos CON las tecnologías son extremadamente importantes, dado que permiten al alumno el desarrollo de actividades y producciones que le hubiesen resultado imposibles de no contar con ésta. Pero creo también que como docentes debemos mirar un poco más allá e intentar lograr en nuestros alumnos el desarrollo de capacidades que no se limiten al aumento de su capacidad mientras se está utilizando la tecnología, sino intentar que el trabajo con las tecnologías de las que hoy disponemos deje algún residuo cognitivo (obtenido DE las tecnologías), transferible, útil para su desenvolvimiento en otras circunstancias y ámbitos. Consideremos que los objetivos pedagógicos que nos solemos plantear no apuntan a la acumulación de conocimiento carente de sentido en la práctica diaria ni al desarrollo de actividades complejas per se; sino que se dirigen, o deberían hacerlo, principalmente al desarrollo de las habilidades y actitudes que les permitan a los alumnos construir ese conocimiento y emprender el desarrollo de actividades complejas, para lo que seguramente se valdrán de algún tipo de tecnología, pero que sean capaces de diseñar, elaborar, llevar a cabo y analizar las mismas.

Considerando que las tecnologías inteligentes, y en especial a las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación, brindan enormes posibilidades de potenciar el rendimiento intelectual de los alumnos; no se debe dejar de lado que este incremento en el rendimiento intelectual no se dará de manera espontánea, sino de una colaboración “estudiante/ordenador”.
En este punto los autores hacen mención al concepto de “capacidad”, dado que ahora la posibilidad de alcanzar mayores resultados se podría atribuir no a la persona en sí, sino al Sistema que ésta conforma con el ordenador; es decir la capacidad es una propiedad del conjunto y no del individuo.
Así se plantean dos modos de evaluar al conjunto persona-ordenador, el sistémico y el analítico. El primero se enfoca en el producto alcanzado por este sistema, mientras que “la manera analítica estudia los tipos específicos de proceso mental que constituye la contribución del ser humano”. Así desde este último punto de vista se podría seguir considerando a la capacidad como una propiedad de las personas.
Es en este punto donde me interesa detenerme en la función del docente; el uso de tecnología en los procesos de enseñanza y aprendizaje no garantiza en absoluto la mejora en el desarrollo de los procesos cognitivos de alumno. Rescatando uno de los puntos de la teoría Socio Histórica de Vigotsky, la zona de desarrollo próximo (ZDP), que sería la distancia que va desde la tarea que la persona puede desarrollar en un momento determinado sin ayuda externa y las que puede alcanzar con la ayuda de un compañero o guía más experto; deberíamos tener en cuenta que las nuevas tecnologías ofrecen una ayuda o brindan nuevas posibilidades para la generación de esta zona. Pero no se debe perder de vista que “De hecho, ninguna tecnología –incluida la de los ordenadores- afecta la mente de una persona si no es a través de las operaciones mentales específicas que emplea.”. Considerando lo expuesto, no cabe duda que será el docente, ya sea con la correcta selección de estos instrumentos y el diseño de actividades apropiadas con los mismos como en la guía personal del alumno, quién en definitiva tendrá en sus manos la creación de la ZDP y la construcción del andamiaje que permita desarrollar procesos cognitivos superiores y aumentar capacidades.

Tal como se cita en el artículo “Según varios investigadores (por ej. Bereiter y Tinker, 1988; Langer, 1989; Salomon y Leig, 1984) la implicación atenta y voluntaria en una tarea obliga a los estudiantes a agilizar su inteligencia, generar mayor número de deducciones originales, y memorizar más y mejor el material encontrado.” Es de destacar el papel central que se da a la implicación y voluntad del estudiante en la tarea para poder lograr que desarrollo de tareas que implican procesos de mayor nivel cognitivo. Estos aspectos son considerados básicos en cualquier tipo de aprendizaje que se pretenda lograr. En considero pertinente mencionar la “Teoría del Uno” (David Perkins, La Escuela Inteligente, capítulo 3 “La Enseñanza y el Aprendizaje”, edit. Gedisa); “La gente aprende más cuando tiene una oportunidad razonable y una motivación para hacerlo”; según su propio autor ésta constituye una teoría muy sencilla y elemental pero indican las condiciones mínimas para lograr un buen aprendizaje. Se destaca como uno de los dos factores centrales del aprendizaje a la motivación, sin la cual será difícil lograr una implicación atenta y el enfoque de la propia voluntad del estudiante en la tarea que debe desarrollar.
Podemos concluir entonces que la creación de la ZDP por parte del docente también debe ir acompañada de la generación de motivación, ya sea esta intrínseca o extrínseca, que lleve al alumno a recorrer esta zona.